especulacion

¡Altur no paga comisiones a especuladores para obtener contratos! Nuestro compromiso textual citado en nuestra web es:

  • No aceptamos pagar ni cobrar comisiones de intermediarios que no realicen una función o labor justificada y proporcionada.
  • Nos comprometemos a denunciar públicamente y a difundir cualquier información contrastada que nos llegue sobre este tipo de prácticas ilegales o éticamente inaceptables.

 

El caso de los administradores de fincas “poco transparentes…”

En 2015 destapamos un caso flagrante de comisionismo en una administración de fincas de las más importantes de la provincia de Alicante. Lo único que pedíamos es que si tenia que haber una comisión entre el intermediario y el contratista de la obra fuese con conocimiento y total transparencia hacia el promotor, en este caso  las comunidades de propietarios  que son el cliente final de nuestros servicios.

Ante la negativa de la entidad especuladora, optamos por comunicarlo por nuestra cuenta a las comunidades de vecinos y por supuesto a decir tajantemente no a la propuesta recibida. Además publicamos en nuestras redes sociales el asunto creando un gran revuelo en el sector (y recibiendo algún que otro burofax con veladas amenazas de demandas judiciales que por supuesto no se materializaron).

Gracias a esto no hemos vuelto a recibir más ofertas de “colaboración” por parte de este tipo de especuladores y si muchas felicitaciones así como mensajes de apoyo de otras empresas que no han “colaborado” tampoco con ofrecimientos similares.

También, para ser justos, hay que destacar que fueron muchos los profesionales administradores de fincas que nos comunicaron  su rechazo a ese tipo de prácticas que sin duda generan una situación de competencia desleal al tiempo que un abuso sobre las comunidades de vecinos que depositan su confianza en este gremio de gestores especializado teóricamente en el cuidado y administración de los intereses de los propietarios de inmuebles.

Pero lo que queremos destacar por encima de todo es nuestra satisfacción por haber vencido la tentación de entrar al trapo en este tipo de acuerdos. Es fácil caer en  justificaciones por el empleo que se podría generar, por la necesidad de mantener el que hay o por cualquier otra escusa de las que se le pueden pasar a uno por la cabeza cuando se enfrenta a decisiones como esta.  No es fácil para una empresa renunciar a una cuota de mercado u oportunidad de negocio. Nadie dijo que fuese fácil hacer las cosas bien, lo que si nos atrevemos a afirmar es que es necesario intentarlo para mantener la dignidad.

Animamos pues a todas las empresas que prestan servicios a las comunidades de propietarios a unirse al frente antiespeculación y ser partícipes con nosotras en el  intento de aportar un grano de arena en la transformación social a un modelo más justo.

El caso de los contratistas subcontratadores-especuladores

Otro de los ejemplos de malas prácticas a nuestro juicio son las empresas que se dedican a ofertar y vender servicios para los cuales no disponen ni de los conocimientos ni de los medios ni de los recursos humanos necesarios y pretenden subcontratar a empresas que si tienen esa capacidad,  obteniendo por ello beneficios desproporcionados respecto al trabajo que realizan y a los riesgos que asumen.

Hay  contratistas (o aspirantes a contratistas) que  solicita nuestro presupuesto en obras donde hemos de asumir toda la intervención y riesgos de la operación. Su papel es de meros intermediarios y a veces ni siquiera el trabajo tiene que ver con su modelo de negocio. Son los casos en los que no hay aporte de valor y por tanto pensamos que no ha de haber tampoco derecho a beneficios. La política de Altur en estos casos es limitar la oferta a mano de obra valorada por horas para que el demandante al menos asuma los riesgos de las variaciones posibles en costes finales y de la aportación de materiales. Esta es una fórmula infalible para desenmascarar la especulación estéril.

Con esta fórmula conseguimos eludir entrar en un circuito de complicidad con prácticas poco éticas que a la larga lo que producen es un encarecimiento sin justificación de cara al cliente final o en el peor de los casos que las empresas subcontratistas tengamos que reducir el margen de beneficios pudiendo llegar incluso en mucha ocasiones a tener que trabajar por debajo de lo que es una retribución justa.

Pedro Aparicio
Coordinador General de Altur

 

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